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  • La IA y el fin del empleo. Riesgos y oportunidades de una revolución en marcha

    Daniel Suskind, Kai-Fu Lee y Martin Hägglund aportan perspectivas para evitar efectos indeseados de la inteligencia artificial y volverla una aliada de la humanidad LA NACIÓN , 16 de noviembre de 2024.- En SuperFreakonomics , Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner relatan la historia de cómo ciudades como Nueva York y Londres lograron evitar ser sepultadas por desechos equinos. En el siglo XIX, Nueva York albergaba miles de caballos que se usaban como transporte de personas y de cargas, y que generaban toneladas de materia fecal que se acumulaban en la calle, con su mal olor y el riesgo de enfermedades. No parecía haber solución a la vista. En 1898, la ciudad fue anfitriona de la primera conferencia internacional sobre planificación urbana, donde este problema fue centro de debate. Desconcertados, los participantes, que planeaban reunirse por más de una semana, terminaron suspendiendo el evento al tercer día. La salvación vino por el lado del avance tecnológico. El filósofo austríaco Ludwig Wittgenstein alguna vez escribió que la resolución de un problema radica en vivir de tal manera que aquel desaparece. No se resuelve, simplemente se disuelve con el cambio de vida, deja de existir. Eso fue precisamente lo que ocurrió gracias al desarrollo del motor de combustión interna. En 1912, los automóviles habían superado en número a los caballos en Nueva York, y en 1917 el último tranvía tirado por caballos realizó su viaje final. Los temores sobre una ciudad ahogada en desechos equinos resultaron infundados. Para los autores de SuperFreakonomics la moraleja es que hay que confiar en nuestra capacidad de innovación y en las bondades del desarrollo tecnológico. No encontrar hoy una solución a un problema no significa que no exista. Sin embargo, esta vez la situación podría ser diferente. ¿Qué sucede si la tecnología ya no es la solución, sino el problema? ¿Qué hacemos si la inteligencia artificial realmente termina con el trabajo tal como lo conocemos hoy? Para entender los posibles caminos y dilemas de un mundo post-empleo, exploraré las visiones de tres figuras –Daniel Susskind, Kai-Fu Lee y Martin Hägglund–, quienes, desde perspectivas distintas, analizan el rol del trabajo en nuestra identidad y el impacto de un mundo cada vez más automatizado. El problema de la solidaridad Para Daniel Susskind, el verdadero desafío de un mundo sin empleo no es solo el impacto económico, sino la amenaza que representa para la solidaridad en la sociedad. En su libro Un mundo sin trabajo. Tecnología, automatización y cómo deberíamos responder , Susskind argumenta que con la desaparición del trabajo corremos el riesgo de perder una base fundamental de cohesión social: la percepción de que todos contribuyen al bienestar común. El trabajo no solo proporciona ingresos; también es un vínculo social, una manera en que las personas sienten que están “haciendo su parte”. Sin esta participación, la idea de que estamos todos en el mismo barco podría desvanecerse. Toma como punto de partida las ideas del premio Nobel de economía Wassily Leontief para ofrecer una visión menos optimista sobre la innovación tecnológica. Leontief vio como una nueva tecnología, el motor de combustión, que dio lugar a los coches, hizo que un animal que durante siglos había estado en el centro de la vida económica se volviera obsoleto. En su visión, el progreso tecnológico seguiría un camino similar con los seres humanos: las computadoras y los robots terminarían desplazándonos, tal como los autos lo hicieron con los caballos. Susskind distingue entre dos efectos clave de la tecnología: el efecto de sustitución y el de complementariedad. El efecto de sustitución ocurre cuando la tecnología reemplaza directamente el trabajo humano, como cuando los cajeros automáticos sustituyen a los cajeros de supermercado. Por otro lado, el efecto de complementariedad ocurre cuando la tecnología mejora la productividad de los trabajadores, como el software de diseño gráfico que potencia la capacidad de los diseñadores. Sin embargo, advierte que en la era de la inteligencia artificial, el efecto de sustitución podría predominar, ya que las máquinas no solo realizarán tareas rutinarias, sino también trabajos cognitivos complejos. Incluso las nuevos empleos o tareas creadas por la tecnología serían realizadas por ella misma. Esto llevaría a un desempleo estructural a gran escala, donde el mercado laboral no podría adaptarse a la velocidad de los avances tecnológicos. Para Susskind, el fin del empleo no implica necesariamente una pérdida de sentido individual –resalta que, en Estados Unidos, cerca del 70% de los trabajadores no están comprometidos con su trabajo y solo el 50% encuentra en él un sentido de identidad– pero sí plantea un riesgo grave para el sentido de pertenencia colectiva. Por eso, aboga por un Estado redistributivo y un ingreso básico universal (IBU) condicional, que permita enfrentar lo que él llama “el problema de la contribución”, es decir, cómo mantener la percepción de que todos están aportando al bien común. El reto, según Susskind, es encontrar actividades que las personas consideren valiosas y socialmente importantes, aunque no reciban un salario tradicional, para evitar que el tejido social se desintegre. En una sociedad donde el trabajo desaparece, debemos repensar qué tipo de actividades no necesariamente económicas o productivas pueden sostener ese sentido de solidaridad. Cuanto mayor tu contribución a esas tareas, mayor también tu IBU condicional. El mundo de la empatía Kai-Fu Lee, doctor en Ciencias de la Computación por la Universidad de Carnegie Mellon, creador del primer programa de reconocimiento de voz para Apple en 1992, primer presidente de Google China y un referente clave en inteligencia artificial, confiesa que vivió gran parte de su vida adulta como si fuera un algoritmo humano, optimizando cada aspecto de su existencia para maximizar productividad. En su libro Superpotencias de IA: China, Silicon Valley y el nuevo orden mundial , narra cómo, durante el parto complicado de su primera hija, en lugar de centrarse en el momento, no podía dejar de preocuparse por una reunión importante con su jefe. De haber tenido que enfrentarse a la disyuntiva de estar presente o acudir a la reunión, admite que habría elegido lo segundo. Así era su vida: priorizar su influencia profesional sobre cualquier otra cosa, incluyendo las relaciones más cercanas, a las que solo dedicaba lo justo para evitar reproches antes de volver a sumergirse en el trabajo. Este enfoque de la vida, para Lee, refleja el riesgo más profundo que plantea la inteligencia artificial: no solo la inevitable división económica entre las élites tecnológicas y una clase “inservible” incapaz de generar valor económico, sino también una desconexión humana a escala íntima. La verdadera crisis que traerá la IA no será solo económica o política, sino además personal y existencial, ya que el trabajo, más allá de ser un medio de subsistencia –y a diferencia de lo que piensa Susskind– representa para Lee una fuente de identidad y propósito. A medida que millones de personas vean cómo las máquinas realizan con facilidad las tareas que ellos perfeccionaron a lo largo de una vida, surge la pregunta clave: si las máquinas pueden hacer lo que hacemos, ¿qué nos hace humanos? Un diagnóstico de cáncer en etapa cuatro le abrió los ojos a una respuesta. Descubrió que lo que realmente lo ayudó en su recuperación no fueron solo los avances en la medicina, sino también el amor y el cuidado de su familia y la empatía de los médicos y enfermeras. Esta experiencia lo llevó a la convicción de que la verdadera esencia humana no se encuentra en la productividad, sino en las conexiones que forjamos a través del amor y la empatía. Lee concluye que no debemos vivir como algoritmos, sino redoblar nuestros esfuerzos en aquello que nos distingue de las máquinas: el amor. Lo que inicialmente parecía una amenaza –el fin del trabajo– puede transformarse en una oportunidad para reconectar con lo que realmente importa. Desde esta perspectiva, el ingreso básico universal (IBU) que se propone como solución a los desplazamientos laborales por la IA es insuficiente. Para Lee, es apenas un paliativo que busca calmar el dolor de los excluidos por la tecnología y aliviar la culpa de quienes la impulsan. Lo que realmente se necesita es un nuevo contrato social que valore y recompense no solo el trabajo económicamente productivo, sino también aquellas actividades que nutren a la sociedad: el cuidado, la educación, el voluntariado. En la atención a un anciano o enfermo, en la rehabilitación de personas con discapacidades o problemas de adicción, en el acompañamiento a comunidades vulnerables y la protección del medio ambiente, en los trabajos de empatía y compasión reside no solo el futuro del empleo, sino también la reconstrucción de la sociedad y la recuperación de nuestra humanidad. Nuestra mortalidad En Esta vida. Fe secular y libertad espiritual , el filósofo sueco Martin Hägglund argumenta que la pregunta central que todo ser humano debe responder es la de qué hacer con su tiempo. La pregunta es urgente, ya que nos acecha la muerte, somos seres mortales con una porción de tiempo limitado e indeterminado. Precisamente, la conciencia de que tenemos “una sola vida para vivir” debería regir nuestra relación con el trabajo en una sociedad permeada por esa realidad. Hägglund divide la vida humana en dos esferas distintas pero entrelazadas: el “ámbito de la necesidad” y el “ámbito de la libertad”. El primero abarca el trabajo necesario para satisfacer las necesidades básicas –como el alimento y el refugio–, mientras que el segundo representa aquellas actividades que elegimos libremente, actividades que reflejan nuestros valores, creatividad y deseos de autorrealización. Es en este ámbito de la libertad, dice Hägglund, donde reside la verdadera esencia humana. Es ahí donde somos distintos a otros animales. Sin embargo, en el sistema capitalista actual, el ámbito de la necesidad suele dominar la vida de las personas, forzándolas a invertir tiempo y energía en trabajos de poca satisfacción. Como consecuencia, la libertad se convierte en un lujo que solo algunos pueden permitirse. Esto contradice la realidad de que es nuestra mortalidad lo que otorga sentido a nuestras elecciones y compromisos. Al ser nuestro tiempo finito, necesitamos usarlo en lo que realmente importa. Esa finitud, la misma que llevó a Lee a revalorar su vida, debería motivarnos a reestructurar nuestras prioridades sociales y económicas para permitir que cada persona lleve una vida plena y significativa. Si el tiempo limitado es lo único que verdaderamente poseemos, entonces la principal riqueza, tanto individual como social, es contar con tiempo libre, fuera de la esfera de la necesidad, que podamos dedicar a lo que realmente deseamos. Esto requiere, sin duda, repensar profundamente cómo evaluamos el “peligro” de la pérdida de empleo debido a la adopción de la IA. Ya no se trata únicamente de desempleo, una interpretación negativa que asume que el trabajo capitalista es la medida de valor, sino de ver esta transición como una oportunidad para expandir la esfera de la libertad. Para Hägglund, el verdadero propósito de la tecnología es abrir posibilidades para que cada persona pueda dedicarse a lo que considera valioso. Por lo tanto, las políticas públicas no deberían enfocarse en reentrenar a los trabajadores o generar empleo, sino en crear un sistema donde las necesidades básicas estén cubiertas y todos podamos disponer de nuestro tiempo libremente. En La canción de amor de J. Alfred Prufrock, de T.S. Eliot, el protagonista se lamenta: “He medido mi vida con cucharitas de café”. El auge de la IA y la automatización nos obliga a considerar si la tecnología fragmentará aún más nuestra existencia en unidades cada vez más pequeñas de tiempo laboral, o si puede abrir un espacio para una relación más profunda y significativa con la vida. ¿Seguiremos midiendo nuestras vidas con cucharitas de café o encontraremos nuevas formas de habitar el tiempo? Por Iván Petrella, director de Cultura y Ciencia en la Fundación Bunge y Born .

  • "Desempolvando Archivos": encuentro de ganadores 2019-2024

    Esta semana se realizó el Primer encuentro de ganadores del Subsidio "Desempolvando archivos", de la Iniciativa para el Fortalecimiento de Archivos, que llevamos adelante junto a la Fundación Williams. Este encuentro se enmarca en el quinto aniversario del subsidio, y fue celebrado con una jornada de trabajo junto a ganadores de distintas ediciones. El encuentro, que se realizó en el auditorio de la Fundación Williams, fue el espacio para que instituciones ganadoras del periodo 2019-2024 de diferentes provincias intercambien experiencias. A su vez, reflexionaron sobre problemáticas y posibles soluciones en la preservación y la valorización histórica de los archivos. Del enc uentro participaron organizaciones como el Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza, Museo Ferroviario Municipal de Formosa, Centro Galicia de Buenos Aires, Biblioteca y Archivo del Convento "San Carlos", Centro Literario Israelita y Biblioteca "Max Nordau", Municipalidad de San Salvador de Jujuy, entre otras. El concurso "Desempolvando Archivos" tiene como objetivo asistir a las instituciones para que puedan identificar, organizar, describir el material y lograr que colecciones de alto valor patrimonial sean accesibles. Para conocer más acerca del concurso y el resto de las acciones de la Iniciativa para el Fortalecimiento de Archivos, hacé click acá .

  • Capacitación sobre nuestra herramienta IA de detección de basurales

    Realizamos una capacitación sobre nuestra herramienta para detectar basurales y microbasurales con inteligencia artificial, en el marco de la iniciativa "Código para el Desarrollo (C4D)" del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con el objetivo de difundir cómo se utilizan los scripts de código, analizar potenciales casos de aplicación de la herramienta y difundir más sobre la historia del proyecto. En representación de la Fundación Bunge y Born participaron Estanislao Pahn, analista de proyectos, y Leandro Rodríguez, consultor de la Fundación. Hubo más de 250 personas que forman parte de la red C4D en América Latina. Esta instancia de divulgación forma parte de los esfuerzos que compartimos desde la Fundación Bunge y Born y el BID para desarrollar y compartir código abierto para tomadores de decisión y la sociedad en general, con el objetivo de aportar al desarrollo sostenible en general y a la gestión en particular. Es posible encontrar nuestra herramienta de detección de basurales con IA en la plataforma C4D o en nuestro sitio web .

  • Evalúan como muy positivo el ensayo de la cartilla digital Red de Salud Salta Sur

    El proyecto se desarrolla como prueba piloto en cuatro centros de salud del Área Operativa Sur de la ciudad de Salta, con apoyo técnico y financiero de la Fundación Bunge y Born . Está integrada a SAFESA y se plantea expandirla a toda la provincia. Salta Gobierno , 4 de noviembre de 2024.- El ministro de Salud Pública, Federico Mangione, recibió al director ejecutivo de la Fundación Bunge y Born , Gerardo della Paolera, y al coordinador de proyectos, Julio Ichazo, quienes le presentaron los avances en la implementación de la Red de Salud Salta sur, proyecto que se desarrolla en el hospital Papa Francisco. “Vinimos a presentarle al Ministro los resultados de la prueba piloto que se está realizando en cuatro centros de salud”, comentó Ichazo, agregando que “mostramos en tiempo real en la plataforma digital cómo funciona la asignación de turnos en línea para los cuatro centros de salud de la zona sur de la ciudad que fueron seleccionados para la prueba piloto”. El profesional amplió comentando que “los próximos pasos tienen que ver con los ajustes que sean necesarios para el mejor funcionamiento del sistema y organizarnos, todas las partes intervinientes, para ampliar el alcance a la totalidad de centros de salud del área operativa Sur, y luego expandir su uso a todos los servicios de la capital y del interior.   Eficacia y Expansión La secretaria de Desarrollo Organizacional, Ana Inés Reartes, destacó lo positivo de los resultados observados en la prueba piloto para el otorgamiento de turnos en línea en los primeros cuatro centros de salud del sur capitalino. A partir de estos resultados, comentó la funcionaria, se analiza implementar esta metodología en todos los efectores de salud de la ciudad de Salta y de la provincia, destacando que la Red de Salud Salta sur es interoperable con SAFESA, lo que implica mayor eficacia en la gestión integral del sistema sanitario. El director ejecutivo de la Fundación, Gerardo della Paolera, dijo que “este es el cuarto año que trabajamos con la provincia de Salta” y destacó la excelente relación con el ministro Federico Mangione y con el gerente general del hospital Papa francisco, Rodrigo Maroni. Sobre el proyecto de plataforma digital en desarrollo, comentó que ha contribuido al mejoramiento en el acceso a la salud en un 40%. “La aplicación está pensada para optimizar el uso de todos los recursos hospitalarios y el objetivo en una próxima etapa es expandirla al resto de la provincia, ya que es interoperable con SAFESA”. Della Paolera resaltó que “no existe en la Argentina un sistema similar, es único, y la idea es que dentro de un año y medio esta innovación tecnológica impacte en un millón de personas”. Agregó que “será un trabajo conjunto, entre el Ministerio de Salud Pública, la Fundación Bunge y Born y otras áreas del Gobierno de la Provincia”. El ejecutivo puso de relieve que “el costo más difícil de la innovación ya está hecho, el próximo paso será buscar el cofinanciamiento de algún organismo internacional, como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)”.   Proyecto conjunto El gerente general del hospital Papa Francisco, Rodrigo Maroni, dijo que “con la Fundación Bunge y Born ya llevamos más de 36 meses trabajando juntos, en el desarrollo de una herramienta tecnológica para facilitarle la vida a la gente”. También comentó que, en el marco de la implementación de la Red de Salud Salta sur, se han dictado numerosos talleres para capacitar al personal de los cuatro centros de salud que participaron en la prueba piloto de otorgamiento de turnos en línea. Maroni también resaltó la interoperabilidad de la Red con SAFESA, lo que redundará en mayores beneficios para el sistema en general, y dijo que “a partir de ahora avanzaremos en la capacitación del personal de los demás centros de salud del área operativa sur para que se integren efectivamente a la red”. El desarrollo En el año 2021, el hospital Papa Francisco se presentó a una convocatoria abierta de la Fundación Bunge y Born , en el marco del proyecto Más Salud, con un proyecto para desarrollar una aplicación tecnológica móvil que permita mejorar la accesibilidad de las personas a los servicios hospitalarios y de los 30 centros de salud del área operativa sur de la ciudad de Salta. El proyecto fue seleccionado como el más ambicioso y novedoso entre muchas instituciones de todo el país, por lo que la Fundación convocó a la Organización Wingu, que se dedica al desarrollo de soluciones tecnológicas digitales, para llevar a la práctica la propuesta. Con el soporte técnico de Wingu y los datos recabados y aportados por el personal administrativo y médico del hospital, liderado por el impulsor de la iniciativa, Ricardo León, tras 36 meses de trabajo se concretó la Red de Salud Salta Sur. La Fundación Bunge y Born acompañó financiera y técnicamente el desarrollo de la aplicación. Se trata de una plataforma de código abierto interoperable, que permite acceder a la cartilla de profesionales, especialidades y servicios que ofrecen el hospital Papa Francisco y los 30 centros de salud del área operativa sur de la ciudad de Salta. También posibilita gestionar turnos de manera ágil, sencilla y por distintos canales, entre otras utilidades que optimizarán el funcionamiento general del sistema sanitario. Al ser interoperable, esta red puede integrarse y dialogar con otros sistemas pre existentes o posteriores, como SAFESA. A través de esta herramienta, las personas podrán informarse, desde el lugar donde se encuentren, sobre la ubicación del centro de salud más cercano, los profesionales disponibles por especialidad, vías de contacto y medios de transporte público para llegar, entre otros beneficios relacionados con la cercanía y el menor tiempo de espera.

  • DAE: seleccionaron a los tres proyectos ganadores

    La última semana de octubre finalizó la 2ª edición de Diseño Argentino Exponencial – Creative Bootcamp (DAE), un programa de la Fundación Bunge y Born y el British Council, destinado a potenciar y profesionalizar el diseño argentino. Tras meses de intenso trabajo y capacitación, se seleccionaron a los tres proyectos ganadores de usd 5.000 cada uno: Bolsa Red (Chubut), Cuero Lo´oc (Chaco) y Robbina (Buenos Aires). Con una inversión de usd 500.000 en sus primeros tres años, durante 2024 se seleccionaron 15 proyectos entre 203 propuestas que transitaron un recorrido formativo de siete meses. El programa está orientado a apoyar a emprendimientos de entre 3 y 10 años de trayectoria que se destacan por su compromiso con la sustentabilidad, el impacto social y la innovación. A lo largo del año, los participantes contaron con más de 175 horas de capacitación intensiva a través de clases magistrales dictadas por expertos de STEAMhouse, la aceleradora de la Universidad de la Ciudad de Birmingham y referentes de instituciones clave en América Latina. "En la Fundación Bunge y Born creemos que el diseño no sólo es un sector creativo, sino un motor de innovación social y económica. Este programa busca un ecosistema de diseño argentino con proyección global", afirmó Iván Petrella, director de Cultura y Ciencia. Por su parte, Valeria Zamparolo, jefa de Artes América en el British Council, destacó el compromiso con la diversidad y la inclusión en estos emprendimientos, con un gran liderazgo femenino en el programa. Los proyectos ganadores y su proceso Los tres ganadores del capital semilla fueron: Bolsa Red (Chubut), dirigido por Cintia Rebour y Luciana Varela, que elabora accesorios de marroquinería utilizando materiales reciclados; Cuero Lo´oc (Chaco), liderado por Carla Martínez, que produce biomateriales similares al cuero a partir de desechos de algodón; y Robbina (Buenos Aires), fundado por Marianela y Melisa Pavicich, que promueve la autonomía de las personas a través de muebles accesibles. Durante el proceso formativo, los emprendimientos recibieron herramientas para impulsar el crecimiento de sus proyectos, incluyendo mentorías personalizadas y mentorías a cargo de organizaciones como Globant, Fundación ICBC y Fundación FLOR. Como parte de su objetivo de fortalecer a los emprendedores, DAE organizó presentaciones para conectar a estos talentos con inversores internacionales. Este enfoque colaborativo impulsó el intercambio de conocimientos y la internacionalización del diseño argentino. ¡Gracias a todos por participar!

  • Domo cósmico: estas son las 100 instituciones ganadoras

    Después de una ardua tarea, hemos seleccionado a las 100 instituciones que recibirán un Domo Cósmico para transformar la educación de la primera infancia en la Argentina. Se trata de 70 escuelas y 30 organizaciones de la sociedad civil que fueron elegidas por un jurado de especialistas en primera infancia de la Fundación Bunge y Born . Gracias al Desafío Domo Cósmico, más de 40.000 niños de 15 provincias de nuestro país, podrán disfrutar de este juego diseñado para potenciar destrezas que van más allá de las estrictamente motrices, enriquecer el tiempo de ocio de los más pequeños y establecer las bases para un futuro escolar exitoso. El domo cuenta con varios componentes que incentivan el juego simbólico, la resolución de problemas y, de manera integral, propone actividades que estimulan la imaginación y la motricidad, tanto fina como gruesa. Todo esto parte de una temática espacial y tecnológica que sirve como disparador para divertirse aprendiendo. Las instituciones ganadoras, además del Domo Cósmico, recibirán un curso virtual intensivo y un manual con actividades para aprovechar su potencial educativo, diseñado por especialistas en neuropsicología, terapia ocupacional y educación. En la capacitación, trabajaremos sobre las bases teóricas del Domo Cósmico: ¿Por qué el juego es clave en los primeros años de vida? ¿Qué son los precursores del aprendizaje? ¿Cómo identificar y entrenar habilidades cognitivas y motrices? ¿Cómo planificar actividades que favorezcan el desarrollo de dichas habilidades?, junto a expertos en desarrollo infantil. “Estamos muy entusiasmados con la cantidad de inscriptos de todo el país y la excelente recepción que ha tenido este desafío; el Domo Cósmico ha despertado un gran interés en las escuelas y en las organizaciones de la sociedad civil. Su pasión y compromiso es realmente inspirador y estamos emocionados de trabajar juntos para fomentar una educación más inclusiva y de mejor calidad” , asegura Alejandra Candia, directora de Desarrollo Humano de la Fundación Bunge y Born . ¡Ahora comienza la entrega de los 100 Domos Cósmicos en todo el país! Escuelas ganadoras Jardín de Infantes N° 915 Panambi, Alejandro Korn, Buenos Aires Jardín de Infantes Pumitas, Banfield, Buenos Aires Jardín de Infantes N° 905 Juan Ramón Jiménez, Boulogne Sur Mer, Buenos Aires Jardín de Infantes de Carácter Comunitario N° 27 San Juan Bautista, Ciudad Evita, Buenos Aires Colegio Rosario, Garín, Buenos Aires Jardín de Infantes Provincial N° 927 Teresa de Calcuta, Mar del Plata, Buenos Aires Colegio Jesús María, Pablo Nogués, Buenos Aires Jardín Comunitario Maximiliano Kolbe, San Fernando – Virreyes, Buenos Aires Jardín de Infantes N° 901 Constancio C. Vigil, Villa Ramallo, Buenos Aires Escuela de Nivel Inicial N° 463, Comodoro Rivadavia, Chubut Escuela de Nivel Inicial Ayün, Puerto Madryn, Chubut Escuela de Nivel Inicial Municipal Pichi Ñekum, Puerto Madryn, Chubut Instituto Nuestra Señora de Fátima, CABA, Ciudad Autónoma de Buenos Aires Gral. José María Paz – Anexo, Corralito, Córdoba Jardín de Infantes Rosario Vera Peñaloza, Cosquín, Córdoba Domingo Faustino Sarmiento, Devoto, Córdoba C.E.N.I José María Salgueiro, James Craik, Córdoba Jardín d6e Infantes General Bartolomé Mitre, Los Cerrillos, Córdoba Colegio Inmaculado Corazón de María, Malagueño, Córdoba Jardín de Infantes General San Martín, Ordóñez, Córdoba Centro Educativo de Educación Inicial Manuel Belgrano, Quilino, Córdoba Centro Educativo de Educación Inicial Facundo Quiroga, San José de la Dormida, Córdoba Jardín de Infantes Coronel Agustín A. Olmedo, Villa Sarmiento, Córdoba Jardín de Infantes Nucleado N° 19, Esquina, Corrientes Jardín de Infantes Nucleado N° 11, Goya, Corrientes Escuela Nº 71 Independencia, Concordia, Entre Ríos J.I.N N° 12 – Frontera N° 7, Abra Pampa, Jujuy Jardín Independiente Nucleado N° 34, Caimancito, Jujuy J.I.N N°5, Ciudad Perico, Jujuy Jardín Independiente N° 12, Lozano, Jujuy Centro de Desarrollo Infantil Santa Rita, San Salvador de Jujuy, Jujuy Escuela Municipal N°1 Marina Vilte, San Salvador de Jujuy, Jujuy Jardín de Infantes Nucleado N°37- Escuela N° 452, San Salvador de Jujuy, Jujuy Jardín Independiente N° 44, San Salvador de Jujuy, Jujuy J.I.N N°3 – Escuela N°431 Isabel La Católica, San Salvador de Jujuy, Jujuy J.I.N N°27 Maestro Hipólito Sosaya, Yuto, Jujuy Armada Argentina, San Rafael, Mendoza Jardín de Infantes El Principito, General Alvear, Mendoza Jardín de Infantes N° 0-152 (1-220), Gobernador Benegas (Godoy Cruz), Mendoza 26 de Setiembre, Godoy Cruz, Mendoza Escuela N° 1-601 Doctor Diego Paroissien, Mendoza, Mendoza Patricios, Panquehua, Mendoza Santa Clara de Asís, Presidente Sarmiento (Godoy Cruz), Mendoza Maestra Marta Hinojosa, Tunuyán, Mendoza Jardín Maestra Elida Roble (1-149), Villa los Corralitos, Mendoza Jardín Integral N° 20, Aluminé, Neuquén Jardín de Infantes N° 4 Marina Margarita Ravioli, Cutral-Có, Neuquén Jardín de Infantes N° 37 Cahuín Ruca, Rincón de los Sauces, Neuquén Escuela Primaria N° 257 República de México, Zapala, Neuquén Jardín Materno Infantil Nº 4769, Las Lajitas, Salta E. N. I. Nº 24 San Juan Pablo II, Caucete, San Juan J.I.N.Z N° 29 Escuela General Mariano Acha, Segundo Cuartel, San Juan Colegio Nuestra Señora de los Desamparados, Villa General San Martín, San Juan E.P.A N° 12 Manuel García Ferré, La Punta, San Luis E.P.A N° 1 Maestra Rosenda Quiroga, La Punta, San Luis E.N.I N° 17 Huellitas de Colores, Los Puquios, San Luis Escuela de Nivel Inicial N° 19 Paula Domínguez de Bazán, San Luis, San Luis Escuela de Nivel Inicial N° 7 Burbujitas, San Luis, San Luis Escuela de Nivel Inicial N° 5 María Edelmira Alric de Castillo, San Luis, San Luis Jardín de Infantes N° 4 Rosario Vera Peñaloza, San Luis, San Luis Escuela de Nivel Inicial N° 22 Un mundo de sueños, Villa Mercedes, San Luis Jardín de Infantes N° 242 Babataky, Álvarez, Santa Fe Jardín de Infantes N° 5 Federico Froebel, Rafaela, Santa Fe Jardín de Infantes N° 61 Conrado Nalé Roxlo, Reconquista, Santa Fe Colegio Rosario Vera Peñaloza, Rosario, Santa Fe Escuela part. inc. N° 1422 Marcelino Champagnat, Rosario, Santa Fe E. P. I. N° 1168 Mariano Moreno, San Guillermo, Santa Fe Jardín de Infantes part.inc. Nº 1465 Santa Catalina de Siena, San Guillermo, Santa Fe Jardín de Infantes N° 140, La Estancia, Santiago del Estero Jardín de Infantes N° 294 Florcitas del Norte, Pampa de los Guanacos, Santiago del Estero Organizaciones de la sociedad civil ganadoras Asociación Civil SonRisas, Esteban Echeverría, Buenos Aires Centro de Desarrollo Humano La Nazarena, Florencio Varela, Buenos Aires Centro Infantil de Recreación y Aprendizaje La Colmenita, Lomas de Zamora, Buenos Aires CIRA Gabriel Miro, Lomas de Zamora, Buenos Aires Asociación Civil Manos en Acción para el Desarrollo Social, Manzanares Pilar, Buenos Aires Fiorire, Martínez, Buenos Aires Centro Universitario Vicente López, Munro, Buenos Aires Fundación Todavía es Tiempo, Paso del Rey, Buenos Aires Ayres de Esperanza, Pilar, Buenos Aires Fundación Por Un Piberío Integrado (PUPI), Remedios de Escalada, Buenos Aires Museo Interactivo de Ciencia, Tecnología y Sociedad: Imaginario, San Miguel, Buenos Aires Centro Infantil de Recreación y Aprendizaje La Colmenita, San Pedro, Buenos Aires Casa del Niño Arco Iris, Villa Elisa, Buenos Aires Fundación Pilares Fun, CABA, Ciudad Autónoma de Buenos Aires Centro de Primera Infancia Irqichay, CABA, Ciudad Autónoma de Buenos Aires Centro de Primera Infancia Pido Gancho, CABA, Ciudad Autónoma de Buenos Aires Cira Ayllu Arcoiris, Mataderos, Ciudad Autónoma de Buenos Aires Asociación de padres y amigos del diagnóstico, rehabilitación y orientación del lesionado cerebral, Villa Allende, Córdoba Centro de Desarrollo Infantil Mitai Pora, Curuzú Cuatiá, Corrientes Fundación Obra Misionera Nueva Vida, Concordia, Entre Ríos Escuela de Educación Integral N°13 Arco Iris de Urdinarrain, Urdinarrain, Entre Ríos Centro de Desarrollo Infantil Profesora Gladys Cecilia Sivila, San Salvador de Jujuy, Jujuy Fundación Pulso Educativo, Ciudad de Mendoza, Mendoza Fundación Coloba, Godoy Cruz, Mendoza Orden de Frailes Menores Viceprovincia San Francisco Solano – Comunidad de Misión Río Carapari, Aguaray, Salta Orden de Frailes Menores Viceprovincia San Francisco Solano – Comunidad El Algarrobal, Aguaray, Salta Asociación Civil Franciscana Pata Pila, Santa Victoria Este, Salta Asociación Civil Franciscana Pata Pila, Yacuy, Salta Haciendo Camino Asociación Civil, Añatuya, Santiago del Estero Centro de Cuidado y Nutrición Infantil Don Bosco (CCNI Don Bosco), Aguilares, Tucumán

  • Santa Cruz: realizamos jornadas para optimizar la difusión de su patrimonio cultural

    En una nueva edición del programa "El día después" que realizamos junto a Amigos del Bellas Artes, viajamos a Santa Cruz para trabajar junto al Centro Cultural Santa Cruz, en el desarrollo de un programa de cocreación y design thinking para el equipo. Con más de 20 años de vigencia, el Centro Cultural Santa Cruz se emplaza como un bastión de la identidad cultural de la provincia, un espacio óptimo para llevar a cabo el programa “El día después”. El objetivo fue agilizar la gestión y la comunicación internas, para luego potenciar la labor que el centro cultural desarrolla en la comunidad y como referente de la cultura patagónica. El programa se llevó adelante con el equipo de la Secretaría de Estado de Cultura, pertenecientes a las distintas áreas del Centro Cultural Santa Cruz, con el objetivo de generar propuestas de acciones con todos sus miembros. Nuestro Director de Cultura y Patrimonio, Iván Petrella, explicó: "El día después se presenta como una herramienta para ayudar a que los museos y centros culturales desplieguen todo su potencial". También reflexionó: "En este mundo donde todo está a un click, ¿cómo hacemos que la gente, y en particular los más jóvenes, sigan participando de las instituciones culturales? La respuesta no la tenemos nosotros, la tienen las personas que trabajan ahí, que son su alma. Lo que buscamos es ayudar a sacar esas respuestas para que los museos y centros culturales sigan siendo al mismo tiempo guardianes de nuestro pasado y ventanas hacia el futuro”. Si bien el programa se llevó a cabo de forma presencial los días 30 de septiembre y 1° de octubre, la labor comenzó a finales del mes de agosto de 2024, con una serie de entrevistas y encuentros virtuales con el equipo de Amigos del Bellas Artes, quienes recolectaron información para analizar y relevar aspectos internos del Centro Cultural además de su estructura, metodologías de trabajo, tipo de acciones, formatos de exhibición y estrategias de comunicación. "El día después" fue determinante para que el equipo del Centro Cultural Santa Cruz continúe, afiance y potencie su rol como la institución central para la construcción cultural identitaria de la ciudad y la provincia. En los últimos meses, el programa se realizó con los equipos del Museo Provincial de Bellas Artes “Emiliano Guiñazú – Casa Fader” de la provincia de Mendoza y con miembros del Museo Municipal de Bellas Artes de Tandil.

  • El Detector de Basurales a Cielo Abierto en el BID

    El Detector de Basurales a Cielo Abierto, nuestra herramienta digital que identifica y monitorea basurales mediante inteligencia artificial, fue publicado en la plataforma Código para el Desarrollo (C4D) , del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). A raíz de esta publicación, dictaremos el taller "Code4Dev - Aprenda a implementar la herramienta de código abierto Detector de Basurales" en el cual explicaremos cómo utilizar esta herramienta en distintos contextos, desde el procesamiento de imágenes satelitales hasta la implementación práctica en proyectos de saneamiento. C4D es una plataforma para compartir recursos y software de código abierto y conectar a las comunidades que apoyan la visión de que el software es un bien público. En esta misma línea, el Detector de Basurales a Cielo Abierto es una herramienta digital que permite identificar y monitorear la evolución de los basurales y microbasurales a cielo abierto en imágenes satelitales a partir de un algoritmo de inteligencia artificial. La herramienta fue desarrollada íntegramente con software de código abierto, es de uso libre y gratuito, y permite monitorear los basurales a bajo costo, con alta frecuencia y con posibilidad de replicarlo en diferentes sitios y escalas. Para acceder a la publicación, hacé click aquí . El desarrollo de código abierto implica un esfuerzo colaborativo para mejorar las herramientas y promover que sean reutilizadas y adaptadas a nuevos contextos. También es importante para fomentar el intercambio de aprendizajes en tecnologías que cambian constantemente. Es por esto que, desde la Fundación Bunge y Born , trabajamos para crear bienes públicos digitales a partir de datos abiertos y modelos de inteligencia artificial para beneficio de la sociedad. Formar parte de iniciativas como C4D constituye un hito en este camino. Para inscribirse al taller "Code4Dev - Aprenda a implementar la herramienta de código abierto Detector de Basurales", hacé click aquí . ¡Te esperamos!

  • Lo estudió 40 años: los dos desafíos urgentes que el país enfrenta con el mar

    La Nación , 12 de septiembre de 2024.- La Fundación Bunge y Born le entregó un reconocimiento a su trayectoria; advierte sobre las consecuencias del calentamiento y habla de los dos problemas actuales en las aguas argentinas En un mapa proyectado, resalta en tonos de rojo –del más suave al más intenso– cómo cambió la temperatura de los océanos desde los años 80 hasta ahora. Como si fuera una clase, el oceanógrafo Alberto Piola señala el Río de la Plata, sube hacia las costas de Brasil y sigue al norte del Pacífico o el este de Australia. “Estas son todas regiones en las que está avanzando el agua cálida hacia los polos y es donde se notan los cambios más grandes de temperatura. Con esto, se están empezando a desplazar las especies en la misma dirección y esto tiene un impacto económico y social en comunidades que se dedican a la pesca”, dice sobre fenómenos que investiga desde hace décadas. El lunes, Piola recibió el Premio Fundación Bunge y Born 2024 en Ciencias del Mar y la Atmósfera como reconocimiento a su trayectoria. Juan Rivera, investigador especializado en sequías del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Conicet-Universidad Nacional de Cuyo), fue galardonado con el Premio Estímulo de esta edición. Profesor emérito de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y miembro de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Piola es investigador del Instituto Franco Argentino de Estudios del Clima y sus Impactos, ubicado en el Pabellón II de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. También es docente de posgrado del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos en esa facultad. Hasta el año pasado, dirigió el área de investigaciones del Departamento de Oceanografía del Servicio de Hidrografía Naval. En el Conicet, se jubiló como investigador principal. Antes de la ceremonia de premiación en el ex-CCK, recibe a LA NACIÓN en el edificio Cero+Infinito de Ciudad Universitaria. Dice que se siente “extremadamente halagado” con el premio antes concedido a Luis Federico Leloir, Alfredo Lanari, Daniel Bes o Víctor Ramos, entre otras personalidades. “Es un honor integrar esa lista”, comenta. Destaca el objeto de esta edición. “Le da visibilidad una actividad de la que la Argentina depende críticamente y necesita desesperadamente: contar con ciencias del mar desarrolladas –recalca–. Sin embargo, es una actividad científica de muy pequeñas dimensiones en nuestro país, así que el hecho de que se visibilice ya es muy positivo”. Afirma que “el mar es un regulador del clima y un proveedor de alimentos”, al aportar un 15% de las proteínas que consume la humanidad. Piola codirigió trabajos con equipos internacionales que produjeron datos de alto valor estratégico para los países de la región y campañas oceanográficas. Participa, desde 2009, en la medición –con datos unívocos– de la temperatura del océano profundo con colegas de Brasil, Estados Unidos, Francia y Alemania: instrumentos a 4540 metros (un metro del fondo), a la altura del límite entre Uruguay y Brasil, producen información cada hora. “No hay otro lugar en el Atlántico Sur con este tipo de datos de temperatura del fondo. Esa información es extremadamente valiosa por la capacidad calorífica [de contener calor] del agua. El calentamiento del océano profundo es evidentemente una manifestación del calentamiento global que todavía no entendemos muy bien”, explica. Los satélites brindan información del agua superficial. Responde que el país necesita barcos de investigación oceanográfica, equipos técnicos altamente capacitados para operar esos laboratorios flotantes, más oceanógrafos y capacidad para analizar cambios que se detecten. ¿Qué considera su mayor aporte a la oceanografía en la Argentina? “Esperaría que el trabajo científico que hice sirva para reducir la cantidad enorme de interrogantes que hay en la ciencia del mar –responde tras unos segundos–. Es un poco frustrante que, después de haber dedicado a 40 años y haber escrito como 120 artículos al respecto, todavía no sabemos tanto. Hemos avanzado mucho en el conocimiento, pero, al mismo tiempo, cada vez que uno avanza un poco, genera nuevas preguntas y la cantidad de desafíos para el futuro es enorme. Espero que lo que hice sirva de base para el desarrollo futuro. Siempre es una expectativa cuando se hace ciencia: que haya un legado”. Tampoco faltan sus discípulos, más allá de que algunos dejaron la disciplina porque los atrajo, por ejemplo, la ciencia de datos, de alta demanda laboral. “Como con los hijos –dice–, uno espera sobrevivir científicamente a través de ellos”. Ante la pregunta, afirma que ahora hay más alumnos de oceanografía que hace una década debido a la promoción de la carrera en los últimos años a través de becas. A la par, considera que no está lo suficientemente difundida a pesar del extenso frente marítimo argentino y prevé que eso vuelve “muy incierto” el futuro de la información basada en ciencia para la toma de decisiones políticas sobre recursos estratégicos para el país. –¿La política tiene en cuenta los datos que produce el sistema científico para decidir sobre asuntos estratégicos como es el frente oceánico argentino? –La transferencia de la información científica a la política es un proceso complicado en todo el mundo. Hay organizaciones que tratan de facilitar ese proceso, pero no es fácil. Los científicos hablamos un idioma un poco críptico para el resto y los políticos tienen una agenda con un límite temporal claro. Cuando la escala de tiempo de un proceso a estudiar es muy larga, requeriría una gran madurez de la política para implementar medidas apropiadas. Ese nivel de madurez no se ha alcanzado. Implementar medidas que impacten en diez o quince años parece muy lejano para un político o la sociedad en general. También la situación económica de países en desarrollo como la Argentina, donde no hay certeza de lo que vamos a estar haciendo en seis meses, hace que hablar de cinco o diez años no es coyuntural. Por eso, se tiende a postergar las decisiones y se termina pagando un precio por eso. Así sucede con la conservación del ambiente marino: el mar tiene escalas de tiempo muy largas. Pero no soy pesimista en ese sentido: la ley de la iniciativa Pampa Azul fue votada [en 2015] por unanimidad en el Congreso, lo que dice que había conciencia de la necesidad de tener una mirada diferente para los problemas marinos. Lamentablemente, el presupuesto asignado fue escrito en pesos en la ley y sin cláusula de actualización. Hoy, no alcanza. Ni siquiera se ejecuta completamente ese monto, ni está claro cómo podría administrarse porque entre los firmantes hay ministerios que hoy no existen. –¿Qué problemas del mar deberían ser importantes para el país hoy? –Por lo pronto, desde lo más inmediato, por la erosión costera. El aumento del nivel del mar y la elevación costera es algo que ya está afectando a muchas poblaciones costeras en la provincia de Buenos Aires. Hay regiones que son costas más bien bajas y están expuestas a cualquier aumento del nivel del mar, que es muy lento. Son unos milímetros por año, por lo que se podría decir que no es tan urgente lo que pasa. Eso es si fuera estable el nivel del mar, pero hay tormentas que se superponen a ese pequeño aumento y cuando una tormenta llega a la costa promueve hechos que son bastante catastróficos. Ya se pueden ver fotografías en lugares de la costa bonaerense donde donde la erosión se llevó a las casas. Otro problema inmediato para la Argentina es la pesca: determinar las cuotas es determinar los espacios que deben ser conservados, donde no se puede pescar. También está el problema vinculado al manejo de las pesquerías y lo que ocurre en la milla 201; es lo que denominamos Agujero Azul, donde la plataforma continental se extiende aguas afuera de la zona económica exclusiva de nuestro país. Y es un problema mundial, no solo de esta región, donde la pesca que se hace en aguas abiertas no es controlada ni está regulada. Ahí hay un potencial riesgo de sobrepesca mucho más alto que en zonas donde las regulaciones pueden ser insuficientes. Y donde falta regulación, que es la mayor parte del océano porque es agua internacional, ni siquiera hay control de parte de los países limítrofes. –En el mapa que proyectó, el agua de los océanos no se está calentando por igual. ¿Es así? –La mayor parte de los océanos se está calentando, pero los cambios son heterogéneos. Es decir, hay lugares donde la temperatura aumenta y otros donde se enfría. Esto pasa porque las corrientes tienden a distribuir el calor de distinta manera. Buena parte del calentamiento en esta parte del globo se debe al avance hacia el sur de la Corriente de Brasil. Tampoco es algo que ocurre en forma inmediata, pero las proyecciones para la evolución del clima indican que ese desplazamiento va a continuar en el futuro. Por lo tanto, las especies se van a ir desplazando. A la vez, desde el punto de vista físico, el calentamiento tiene otras implicancias. Una es que generalmente el agua se calienta más en la superficie, entonces eso hace que el océano quede estratificado: al calentarse las aguas superficiales, se hacen menos densas que las profundas y, entonces, aumenta la estratificación. Esto hace que sea más difícil la conexión del océano profundo con el océano superficial: es como tener dos ambientes diferentes, con sus especies. Una en particular es la que destaca Piola: el plancton. “Si hay mucho, hay mucha producción de oxígeno, lo que es saludable para la atmósfera, y hay también consumo de dióxido de carbono (CO2), lo cual es saludable para el clima”, menciona. El océano, según explica, absorbe CO2 y la plataforma continental patagónica, que es muy rica en plancton, lo hace en cantidad. Así, hay “un balance favorable desde el punto de vista climático”. Recuerda que el 25-30% del CO2 que el ser humano produjo desde el inicio de la Revolución Industrial fue atrapado por el mar, en parte por este proceso biológico y corrientes que hunden aguas ricas en CO2 al océano profundo. “Sin ese proceso, habría un 25% más de CO2 [en la atmósfera] y estaríamos ya en un clima mucho más cálido del que estamos actualmente”, explica. De ahí la importancia de la estratificación oceánica. “Al aumentar, se reduce el flujo de nutrientes de las aguas profundas a las superficiales. Y si se estratifica mucho, el plancton dejará de tener suficiente nutrientes para seguir desarrollándose. Algunas especies están mejor preparadas para subsistir en ambientes menos nutritivos, pero igual generaría un desequilibrio biológico”, advierte Y ese proceso, con el calentamiento, tomó velocidad. “No sabemos cuál es la respuesta del ecosistema a ese cambio muy rápido, pero ya se está viendo”, finaliza.

  • Del mar a la atmósfera

    La Nación , 12 de septiembre de 2024.- Entender cómo funciona la Tierra es un desafío casi filosófico de más de dos mil años y entender el mar es casi poético. Tal reflexión pertenece al profesor Alberto Piola, reconocido oceanógrafo físico argentino e investigador principal del Conicet que acaba de recibir el Premio Fundación Bunge y Born 2024 en Ciencias del Mar y la Atmósfera. El lunes último, en una colmada Sala Argentina del antiguo Palacio de Correos de Buenos Aires, el profesor Piola recibió el galardón de manos del presidente de la citada fundación, Jorge Born (h.), al tiempo que el doctor Juan Rivera, considerado un referente en el estudio de la variabilidad climática y su impacto en los Andes centrales, se hizo acreedor del Premio Estímulo. Los asistentes al emotivo acto tuvieron la ocasión de aprender y sorprenderse sobre cuestiones para muchos desconocidas pese a su importancia para la humanidad. El jurado de estos premios, que se otorgan desde 1964, destacó del profesor Piola su detallado análisis de información hidrográfica histórica, que permitió evidenciar la conexión entre la circulación de la región costera de Sudamérica con el océano profundo. El científico premiado puso de manifiesto, durante la ceremonia de entrega de las distinciones, que la vida en la Tierra depende fundamentalmente del clima y el clima depende en gran medida del océano. Indicó que las plantas marinas producen la mitad del oxígeno del planeta y que el mar provee el 15 por ciento de las proteínas que consumimos los seres humanos. De allí la importancia vital que tiene el trabajo de investigación que realizan los científicos y la colaboración entre instituciones públicas y privadas para llevar adelante campañas oceanográficas, capaces de aportar datos de gran interés estratégico para los países. Uno de los trabajos en los que participó el profesor Piola contribuyó a explicar la variabilidad en la distribución de diversas especies marinas, que van desde los microorganismos hasta el tope de la trama trófica marina, y el impacto de nuestra región en la circulación oceánica y el clima regional y global. Respecto del doctor Rivera, acreedor del Premio Estímulo, el jurado destacó el aporte de su labor científica al estudio de las sequías hidrológicas y su impacto en la disponibilidad de agua para los próximos años en Cuyo y el norte de la Patagonia. También su constatación de que las olas de calor extremas registradas en el verano de 2022-23 en el centro de la Argentina podrían ser atribuidas en gran parte al cambio climático derivado de actividades producidas por el ser humano. “Trato de investigar para quien no tiene voz ni voto: la naturaleza”, afirmó el investigador. La investigación marina, al igual que los estudios sobre la atmósfera, como se puede constatar, son extremadamente complejos y costosos. En tal medida, resulta más que loable y trascendente el trabajo de la Fundación Bunge y Born , que a lo largo de 61 años viene premiando a los mejores y estimulando la búsqueda de soluciones novedosas a problemas educativos, culturales, científicos y de salud pública.

  • Entregaron los Premios Fundación Bunge y Born Científicos 2024 a dos investigadores en Ciencias del Mar y la Atmósfera

    C5N , 10 de septiembre de 2034.- La Fundación Bunge y Born entregó los Premios Científicos 2024 en Ciencias del Mar y la Atmósfera donde estuvieron los ganadores del Premio Fundación Bunge y Born, Alberto Piola, y del Premio Estímulo Juan Rivera. El evento estuvo a cargo del presidente de la fundación, Jorge Born, el director de la entidad Gerardo della Paolera y el presidente del jurado 2024 Gustavo Ferreyra, en la Sala Argentina del CCK, en la Ciudad. "Estamos convencidos de que existe un pacto bicentenario entre el avance y el progreso nacional". Agregó: "Es indispensable que el apoyo a los científicos sea un pilar en nuestro país. La Fundación Bunge y Born le da un apoyo indisoluble a la ciencia. Creemos que, ante el debate generado en torno a las actividades científicas, tenemos que reaccionar con más ciencia para reafirmar nuestra convicción en favor de la comunidad. Seguiremos acompañando como lo venimos haciendo hace más de 60 años”, sostuvo el titular de la entidad. Ambos fueron distinguidos por trabajar en las disciplinas que monitorean y pronostican el comportamiento de los océanos y la atmósfera, fundamental frente a los problemas actuales del cambio climático. El trabajo se centra en comprender y analizar los fenómenos climáticos y pronósticos actuales para anticiparse a los impactos negativos y desarrollar las oportunidades que éstos pueden generar. En tanto, el profesor Alberto Piola remarcó: "Estoy entusiasmado y halagado por este premio... Me apasiona la magnitud del desafío: entender cómo funciona la tierra es un desafío casi filosófico de más de 2000 años y entender el mar es casi poético. La vida en la Tierra es posible en función del clima y depende principalmente del océano, ya que almacena enormes cantidades de calor y gases invernadero. Para entender esto la oceanografía requiere recursos técnicos y humanos altamente calificados, sin ellos no hubiéramos podido hacer las mediciones rigurosas de los últimos años”. El Premio Estímulo 2024, Juan Rivera, aseguró: "Este es un reconocimiento individual a Juan Rivera pero no hubiera podido llegar acá sin mis colegas y sin todos aquellos que confiaron en mi mirada para ver las cosas. Soy hijo de la universidad pública y no hubiera podido llegar hasta acá sin el CONICET”. Después sostuvo: "Trato de investigar para quien no tiene voz ni voto: la naturaleza. Necesitamos que las actividades humanas no se olviden de la naturaleza”.

  • Conocé a los ganadores del Subsidio para Archivos Históricos de Empresas

    En la Iniciativa para el Fortalecimiento de Archivos, que llevamos adelante junto a Fundación Williams, lanzamos el Subsidio para Archivos Históricos de Empresas, una convocatoria donde recibimos proyectos de empresas de múltiples rubros, como así también de archivos y centros de documentación de distintas provincias del país. Conocé las instituciones ganadores Proyectos para Identificación La Calera 1888 - “Salvaguarda, identificación y accesibilidad de los archivos empresariales de La Calera “Mouriño-Piatti” de Sierras Bayas, provincia de Buenos Aires”, Buenos Aires. Asociación 1871 Museo de Berisso - “En rescate de la memoria histórica de una comunidad obrera. Identificación, clasificación y preservación de los archivos históricos de empresas locales”, Buenos Aires. Instituto de Teoría e Historia Urbano Arquitectónica, Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional del Litoral (INTHUAR, FADU UNL) - “Identificación y accesibilidad del archivo documental de la Empresa Constructora Sucesión de José Mai”, Santa Fe. Proyectos para Organización y Descripción Ofelia Amé - “Organización y descripción de la Serie Establecimientos del Fondo Foto Amé”, La Pampa. Unidad de Investigación Histórica Regional de Jujuy - Universidad Nacional de Jujuy - UNHIR/UNJU - “El archivo documental y fotográfico del ingenio azucarero La Esperanza-Jujuy. Un laboratorio para territorializar la memoria social del mundo de la empresa y el trabajo”, Jujuy. Academia Nacional de la Historia - “Relevamiento e implementación de ISAD(G) en tres fondos y colecciones de empresas”, Buenos Aires. Museo Ferroviario de Tafí Viejo - “Puesta en valor del Archivo de los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo: organización, descripción y difusión”, Tucumán.

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