Sandra Díaz: “Lo que ocurre en Amazonas afecta a todo el planeta”
Sandra Myrna Díaz es doctora en Ciencias Biológicas y su trabajo sobre cómo la naturaleza influye sobre la vida humana ha sido reconocido en todo el mundo. Por eso, esta semana recibirá el Premio Científico Fundación Bunge y Born 2019. Hablamos con ella sobre el desastre ambiental en Amazonas y cómo podemos contribuir para un planeta mejor.
PARA TÍ, 25 de agosto de 2019 - La Dra. en Ciencias Biológicas, Sandra Myrna Díaz acaba de ser destacada con el Premio Científicos Fundación Bunge y Born 2019. Este reconocimiento es otorgado a dos expertos (también fue premiado el Dr. en Ciencias Agropecuarias Lucas Alejandro Garibaldi) que desde hace años alertan sobre el mal uso que se hace del ambiente, y que llega en un momento de grave crisis de los recursos naturales, con foco en el Cono Sur.
Díaz es Doctora en Biología por la Universidad Nacional de Córdoba, Doctora Honoris Causa por la Universidad de Buenos Aires, e Investigadora Superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET-UNC). Junto a su equipo, trabaja en un marco interdisciplinario, que incluye a sociólogos y distintos actores sociales, desde hace más de 10 años.
El trabajo de Díaz sobre la contribución de la naturaleza para la vida humana es valorado a nivel mundial. Por eso, recibirá el Premio Científico 2019 en Ecología este miércoles 28 de agosto, a las 19 h, en el CCK (Sarmiento 151, CABA).
La investigadora analiza la trama de la vida (biodiversidad) a través de las plantas. Presentó, junto a su equipo, un trabajo valorado a nivel mundial: La contribución de la naturaleza para la gente. Esta fue la primera herramienta metodológica, formal, consistente y empírica sobre el tema.
“La naturaleza es patrimonio de todos y es una fuente constante de beneficios que necesitamos. El uso que podemos hacer de ella no es incompatible con el buen estado, siempre que tengamos mínimos reparos y precauciones, ya que la vida en la naturaleza se regenera rápidamente”, asegura Sandra. “El tema es que hoy, los que se benefician a corto plazo hacen una fiesta, que después pagan otros, que pagamos todos”, advierte.
A principios de mayo de 2019, en París, co-presidió —junto al científico alemán, Josef Settele y al brasileño-estadounidense, Eduardo Brondízio— el informe de la sesión plenaria de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés). Este sostiene que el número de especies en extinción se acelera en todo el mundo, acercándose al millón, y detalla otros síntomas de deterioro de la naturaleza, con potenciales graves consecuencias para la humanidad. El informe fue compilado y recopilado por 145 expertos de todo el mundo, contó con la colaboración de otros 310 autores, y está destinado a los tomadores de decisiones en todos los niveles, ya que considera que todavía se está a tiempo de torcer la tendencia actual hacia un deterioro generalizado de la naturaleza.
Para el jurado, que la declaró ganadora del Premio Fundación Bunge y Born 2019, “Sandra Díaz ha jugado un papel fundamental en el desarrollo del concepto de diversidad funcional”, al tiempo que “a través de contribuciones teóricas, metodológicas y empíricas, ha demostrado cómo los caracteres biológicos de las plantas vasculares influyen sobre su vulnerabilidad al cambio climático, y las consecuencias que esto trae para el funcionamiento de ecosistemas”.
Sandra Díaz es miembro de las Academias de Ciencias de Argentina, Estados Unidos, Francia y el Mundo en Desarrollo; miembro honorario de la Sociedad Británica de Ecología y miembro extranjero de la Royal Society de Londres. Anteriormente, recibió el Premio Cozzarelli (2008), el Premio Margalef en Ecología (2017), el Premio Senckenberg para la Investigación de la Naturaleza (2019), el Premio Gunnerus en Ciencias de la Sostenibilidad (2019) y el Premio Princesa de Asturias (2019). Fue mencionada por la revista Nature en 2018, como uno de los cinco científicos to watch (“para mirar”) en 2019 por co-liderar el Informe Global de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES).
“Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos en contacto con la naturaleza. La comida que obtenemos todos los días vienen directa e indirectamente de las plantas. No habría animales sin plantas. Todas las materias primeras, la madera, la fibra como el algodón, la seda, la lana, viene de la naturaleza. Toda nuestra vida simbólica tiene que ver con la naturaleza, las historias, nuestra idea de belleza, nuestra inspiración con el arte y la ciencia está fuertemente vinculada con el mundo natural. Todos los días de tu vida están atravesados por la naturaleza y las plantas”, le comenta Para Ti la doctora Díaz.
Y agrega: “En todos los lugares donde uno quiere mejorar la calidad de un ambiente, lo primero que hace es poner una planta. No es que va a haber más oxígeno, pero a nivel psicológico, un ser humano cerca de una planta se siente feliz”.
-Sobre el desastre ambiental que se está produciendo en Amazonas, ¿qué nos podés decir?
– Básicamente es un ejemplo de cómo un microcosmo influye en todo el planeta. Se produce una destrucción ecológica por razones económicas y políticas. No es una cuestión climática ni de la fatalidad, y eso trae consecuencias enormes para la gente que vive ahí, para los estados amazónicos y para el mundo. Nos afecta a todos. Cada vez que un ecosistema desaparece como especie humana somos más pobres. Y se nos achican las opciones para el futuro.
-Recientemente se firmó el Pacto de la Moda, ¿no creés que es un buen aliciente para el bien del planeta?
-Estoy viendo muy gratamente que grandes líderes de la industria de la moda y muchas marcas independientes se suman a esta toma de conciencia. Se está produciendo un daño a nivel global muy grande. Cuando uno se compra el ultimo vestido no piensa en todo el sufrimiento que hay detrás del vestido. Piensa si lo puede pagar o no. Puede haber mucha destrucción, sufrimiento humano, animal y vegetal. Hay una especie de hipoteca futura por ese vestido. Me parece fantástico que grandes empresas de la moda estén empezando a tomar conciencia de eso y sentir la presión de los consumidores para hacer algo. A lo mejor no hace falta tantos vestidos, sino todo lo contrario a la hora de producir hacer algo más amoroso con la naturaleza. Aunque eso signifique ganar menos dinero.
-¿Qué podemos hacer cada uno desde nuestro lugar?
-Nos hace falta darnos cuenta que la naturaleza es algo que nos toca a todos, todos los días aunque uno no disfrute mucho ir al campo los domingos. Todos tenemos derecho a reclamar una vida más saludable. Podemos usar menos plástico, consumir y descartar menos cosas, reciclar, luchar en organizaciones, en la escuela, en el trabajo por reclamar mayores leyes ambientales o que se controle la contaminación y se penalice para que no siga matando a más gente. Los argentinos tenemos que darnos cuenta que la ecología forma parte de nuestros derechos aunque no seamos fanáticos de los animales y las plantas: es nuestro derecho tener una vida sana.
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