Premian un proyecto bahiense que contribuye a una salud de mejor calidad
Lo desarrolló el grupo de Economía e Ingeniería de Sistemas de Salud (gEISS), conformado por docentes, investigadores, becarios y profesionales de los institutos PLAPIQUI e IIESS, ambos de doble dependencia entre la UNS y el CONICET.
Por Pablo Andrés Alvarez
La Nueva (Bahía Blanca), 7 de junio de 2022.- El Grupo de Economía e Ingeniería de Sistemas de Salud(gEISS) es un equipo de investigación conformado en 2012 por docentes, investigadores, becarios y profesionales de los institutos PLAPIQUI e IIESS, ambos de doble dependencia entre la Universidad Nacional del Sur y el CONICET.
Y acaba de adjudicarse un importante concurso de la Fundación Bunge y Born que busca apoyar y potenciar proyectos creativos e innovadores que contribuyan a una salud de mejor calidad.
La propuesta de este grupo de profesionales bahienses tiene como objetivo la medición del acceso a los bienes y servicios de salud a través de un índice multidimensional que se base en información complementaria sobre las barreras y facilitadores que atraviesan el proceso de acceso.
El enfoque se considera innovador dado que incorpora nuevas dimensiones tomando microdatos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, logrando ampliar y mejorar el Índice de Vulnerabilidad Sanitaria (IVS) que elaboró la propia Fundación en 2019.
“El potencial de la propuesta radica en que permitiría a los tomadores de decisión reconocer no sólo dónde deben intervenir con mayor urgencia, sino también en qué variables y en qué medida”, explicó Fernando Lago, licenciado y doctor en Economía, miembro de este grupo interdisciplinario.
Precisamente, el propósito por lo que fue creado gEISS hace ya una década es la investigación en temáticas relacionadas con la optimización de la toma de decisión en los Sistemas de Atención de la Salud (SAS).
“El año pasado vimos que existía una convocatoria de Fundación Bunge y Born para un concurso denominado MásSALUD, que buscaba proyectos creativos e innovadores y que contribuyesen a que la población pudiera ejercer de mejor manera su derecho al acceso a la salud. Pero tenía una característica distinta, porque debía darle continuidad a una investigación que los investigadores de la Fundación ya habían iniciado consistente en un índice de vulnerabilidad sanitaria”, explicó el actual profesor asociado de la UNS en las asignaturas Dinero, Crédito y Bancos; Finanzas Publicas CP y Economía de la Salud.
Y amplió: “Ellos, en cierto modo, desarrollaron una medida de las dificultades que tiene la población para acceder a los servicios de salud. Y ese índice lo calcularon a nivel radio censal para todo el país. Nosotros nos acoplamos a esa idea con un par de variables novedosas”.
Por ejemplo, en el estudio que planea realizar el grupo bahiense incluye el sector privado, que pocas veces es tenido en cuenta.
“En este tipo de estudios se analiza mucho el sector público, pero la realidad es que el sector privado también tiene inconvenientes para acceder a la atención primaria, que son todos aquellos problemas de salud que pueden ser resueltos con médicos generalistas y utilizando bajo nivel de recursos”.
A su vez, propusieron realizar un estudio más focalizado, en principio para nuestra ciudad pero con la posibilidad de hacerlo extensivo a cualquier otra.
“Y contempla otra serie de dimensiones que no fueron previstas en el proyecto inicial”, manifestó Lago.
Por ejemplo, hay una cuestión muy básica: actualmente los turnos se otorgan por internet y nadie tuvo en cuenta que mucha gente no tiene acceso o no sabe como usar esa herramienta tecnológica.
“O sea, en principio esa persona tiene acceso al sistema de salud, pero no llega a utilizarlo por carecer de herramientas. Tampoco están considerados en el estudio inicial lo que son los tiempos de espera. Una persona pide un turno y se lo dan a los 4 meses, por lo que la persona termina desistiendo”, amplió.
Y añadió: “También hay cuestiones económicas que no fueron relevadas. Más allá del nivel socio económico de la gente, en el que se supone que la persona de menores ingresos tiene mayores dificultades para acceder al sistema, pero no se analiza en qué medida la capacidad de pago es una barrera. Y aquí abarca a aquellas personas que tienen obra social o prepaga, que pagando un adicional a lo que ya paga la obra social se accede más rápido a un estudio. Tampoco se analiza la relación médico-paciente, para que ésta siga adelante”.
Obviamente que será muy complejo y oneroso recabar y analizar estos datos.
“El premio consiste en más de 4 millones de pesos, que serán destinados precisamente a los trabajos de campo, que se iniciarán en casi dos meses. Se debe realizar un relevamiento muy amplio, a tal punto que se contempla visitar alrededor de 1.500 viviendas de la ciudad”.
“Lo que nosotros queremos determinar es dónde se generan las barreras de acceso al sistema de salud, para que puedan ser solucionadas de modo prácticas. En ese sentido, haremos el diagnóstico para que las autoridades puedan basar sus próximas decisiones”.
El plazo para realizarlo es de un año. “Puede parecer mucho tiempo, pero no lo es. Porque hay muchos pasos administrativos que cumplir. Entre otras cuestiones esta es una co-creación, por lo que debemos interactuar permanentemente con los investigadores de la Fundación”.
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