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Mal de Chagas: cómo se construye el mapa con la situación en Argentina

Es un esfuerzo multidisciplinario donde se entrecruzará información para que puedan orientarse los esfuerzos a los lugares más urgentes.




TN, 31 de agosto de 2018 - La iniciativa es llevada adelante por la Fundación Bunge y Born, que, a su vez, convocó a la Fundación Mundo Sano y la empresa Grandata, con el objetivo de producir un mapa que evidencie el estado de situación del Chagas en Argentina.


"Nuestro país no cuenta con un relevamiento certero y actualizado sobre la realidad del Chagas. Por esto nos propusimos realizar el mapa, para detectar con la mayor precisión posible cuáles son las áreas a nivel nacional y los sitios urbanos donde hay potenciales nichos de infección, aun sin pertenecer a zonas endémicas", afirmó Gerardo Della Paolera, Director Ejecutivo de la Fundación Bunge y Born.



El mapa de los puentes telefónicos


El trabajo se basó en una investigación previa que había graficado los grados de vinculación entre regiones donde el Chagas es endémico y otras áreas del país, de acuerdo a las comunicaciones telefónicas. Esta información se extendió a todo el territorio argentino y, a su vez, se entrecruzó con otras bases de datos.


"Imaginemos que una llamada es un puente. Si descubrimos que hay suficientes puentes de comunicación tendidos, esto podría indicar también un traslado físico, por ejemplo, para visitar familiares. Por lo tanto, las llamadas pueden interpretarse como indicadores indirectos de movilidad humana", explicó Antonio Vázquez Brust, líder del proyecto y especialista en ciencia de datos y sistemas de información geográfica.


Con esta información, puede inferirse también la forma de propagación de la enfermedad a lo largo y ancho del país. "Lo que hicimos luego fue cruzar estos datos con fuentes públicas, como el censo poblacional y la ubicación y tipos de centros de salud. Así creamos un mapa de calor capaz de identificar las regiones con portadores potenciales y sistemas de salud pública inadecuados para el tratamiento de la enfermedad", detalló el experto.


El mapa brindará "un índice de vulnerabilidad sanitaria por región, basado en la distancia o dificultad en el acceso a la salud pública de los habitantes de acuerdo a su nivel socioeconómico general", precisó Vázquez Brust.


El líder del proyecto agrega que, si bien existe información disponible, está desagregada, por lo que "no existe en el país este esfuerzo de hacer que las fuentes dialoguen". De la iniciativa participa un grupo multidisciplinario de urbanistas, sociólogos, politólogos, epidemiólogos, médicos y licenciados en ciencias de la computación. Todos tienen un denominador común: el análisis de datos.


"El mapa de calor que obtengamos como producto final será un modelo, una aproximación a la realidad que permitirá dirigir los recursos públicos de acuerdo a la urgencia de las zonas", completó.


En esta línea, el Director Ejecutivo de la Fundación aseguró que "contar con este mapa de riesgo permitirá establecer un diagnóstico certero y realizar campañas de educación para la salud y prevención efectivamente direccionadas".


"Este es un enfoque moderno para abordar una endemia que tiene la Argentina. Alrededor de 1.400 niños por año -unos cuatro por día- nacen con Chagas en el país y las migraciones incrementan los riesgos. Por esto queremos que este mapa sea un bien público, para que los que deciden las políticas públicas sepan donde se necesita aplicar recursos en forma urgente", concluyó della Paolera.


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