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La olvidada “gripe española” de hace un siglo: evidencia histórica.


Crédito: National Museum of Health and Medicine, Washington, D.C., EE.UU. Bajo licencia Creative Commons.

Por Guillermo Bozzoli, Fellow de la Fundación Bunge y Born. Licenciado en Economía, Universidad Torcuato Di Tella. Doctor en Economía, Universidad de Princeton.


La pandemia actual del nuevo coronavirus impone tiempos distintos a los que suele transitar la economía en tiempos de normalidad. El distanciamiento social trae incógnitas que afectan a los argentinos. El mundo y el país pasaron por una pandemia mayor hace aproximadamente 100 años, con la llamada “gripe española” de 1918-1919. El investigador Adrián Carbonetti ha estudiado en distintos trabajos el impacto local que tuvo dicha pandemia y nos basamos en ellos para desarrollar el presente artículo.


Las noticias de la epidemia llegaron en el otoño argentino de 1918. Por entonces el país era un gran productor de materias primas y la inmigración era un hecho. Sin embargo era –y sigue siendo- un país con cuestiones sanitarias, habitacionales y distributivas importantes. Si bien dentro de una provincia podían existir diferencias entre sus habitantes, en términos generales, las provincias del norte no contaban particularmente con un sistema capaz de enfrentar la enfermedad (aunque en mayor o menor medida todas las provincias fueron afectadas) . Por otro lado, en ciudades como Buenos Aires, el hacinamiento en conventillos representaba un ejemplo de los problemas en el acceso a una vivienda adecuada. Estos factores socioeconómicos –como bien señala Carbonetti[1]- agudizaron la crisis en provincias más relegadas. Estos factores analizados por el investigador son, según su hipótesis de trabajo, importantes a la hora de definir la dinámica que tomó la pandemia.


La epidemia local se dio en dos etapas: hacia fines de 1918, entrando por el puerto de Buenos Aires y afectando las provincias centrales y del litoral, y la del invierno de 1919, donde se vió afectado casi todo el territorio de lo que entonces se consideraban provincias. Aquí conviene aclarar que en ese momento, gran parte de la superficie argentina no estaba bajo la división política de las provincias actuales, sino que la región sur y parte del noreste eran considerados “Territorios Nacionales” o gobernaciones: La Pampa, El Neuquén, El Río Negro, El Chubut, Santa Cruz, La Tierra del Fuego, Misiones, Formosa y El Chaco.


Decíamos que en las provincias ya a mediados de 1919 se registró una expansión de la pandemia. En particular, las más pobres y atrasadas resultaron más afectadas en términos relativos. Finalmente, a medida que pasaron los meses invernales, se produjo una diseminación menos pronunciada que se volvió a propagar al centro del país.


El trabajo citado repara en la dinámica local de la pandemia y echa luz sobre un fenómeno olvidado. Si bien las cifras del entonces Departamento de Higiene podrían ocultar casos solapados con otras causas de dolencias, en términos generales, los casos fatales del invierno de 1919 son de mayor cuantía a los de fines de 1918 y estos últimos mayores a su vez que los casos de fallecimientos por gripe “común” de 1917, cuando la pandemia no había llegado al territorio nacional. En 1919, las muertes que se determinaron como causadas por gripe representaron el 21% de los decesos por causas respiratorias, cuando en 1917 representaban una proporción menor al 1% de estas causas, siempre hablando de lo que entonces era considerado como provincia, y agregando la ciudad de Buenos Aires a estas últimas.


Sin embargo, en el desagregado por provincias que muestra Carbonetti, se encuentra que las zonas del norte (particular Salta y Jujuy) registraron en mayor proporción decesos por gripe en relación al tamaño de la población de cada distrito. A fines de septiembre de 1919, la “gripe española” desapareció del territorio.


Es importante resaltar que en los momentos más dramáticos (mediados de 1919) se registraron tasas de mortalidad especialmente altas en provincias relegadas del norte argentino. De aquí surge la siguiente hipótesis: las desigualdades sociales y sanitarias antes mencionadas se vincularon con el grado de “dureza” con que la gripe española fue afectando a distintas áreas de Argentina, lo cual nos invita a preguntarnos si la dinámica observada entonces no habría de repetirse una vez más en 2020.


[1] Carbonetti, Adrián. (2010). Historia de una epidemia olvidada: La pandemia de gripe española en la argentina, 1918-1919. Desacatos, (32), 159-174. Recuperado en 01 de abril de 2020, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-050X2010000100012&lng=es&tlng=es.



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