La bióloga cordobesa Sandra Díaz recibió el premio Fundación Bunge y Born
CLARÍN, 28 de agosto de 2019 - Como reconocimiento a su labor científica en Ecología, una bióloga cordobesa fue distinguida este miércoles en el CCK con el premio Fundación Bunge y Born 2019. Se trata de Sandra Díaz, quien recientemente también recibió el premio de la Fundación Princesa de Asturias. En tanto, otro argentino, el doctor en Ciencias Agropecuarias Lucas Garibaldi fue destacado en la categoría “estímulo”. Estos galardones son otorgados a aquellos referentes que alertan sobre el mal uso de los recursos naturales.
Díaz es doctora en Biología de la Universidad Nacional de Córdoba e investigadora del Conicet y se dedica a analizar la trama de la vida o biodiversidad a través de las plantas. Este año, ya había sido distinguida con el Premio Senckenberg para la Investigación de la Naturaleza, el Premio Gunnerus en Ciencias de la Sostenibilidad y el Princesa de Asturias.
“La naturaleza es patrimonio de todos y es una fuente constante de beneficios que necesitamos. El uso que podemos hacer de ella no es incompatible con el buen estado, siempre que tengamos mínimos reparos y precauciones, ya que la vida en la naturaleza se regenera rápidamente”, afirma la bióloga que, además, es doctora honoris causa por la Universidad de Buenos Aires e investigadora en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV). Y agrega: “El tema es que hoy los que se benefician a corto plazo hacen una fiesta, que después pagan otros, que pagamos todos”.
En mayo, Díaz copresidió en París el informe de la sesión plenaria de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas. Allí se advirtió que el número de especies en extinción se acelera en todo el mundo, acercándose al millón. A su vez, se habló sobre otros síntomas de deterioro de la naturaleza, con potenciales consecuencias graves para la humanidad.
La científica multipremiada también se refirió a los incendios que golpean al Amazonas. Los definió como “una catástrofe ambiental y social” y remarcó que “con cada kilómetro cuadrado de selva que se quema, somos todos un poco más pobres”.
Para el jurado que la eligió, "Díaz ha demostrado cómo los caracteres biológicos de las plantas vasculares influyen sobre su vulnerabilidad al cambio climático, y las consecuencias que esto trae para el funcionamiento de ecosistemas".
La científica es además miembro de las Academias de Ciencias de Argentina, Estados Unidos, Francia y el Mundo en Desarrollo y miembro honorario de la Sociedad Británica de Ecología y de la Royal Society de Londres.
Garibaldi, que obtuvo el premio "estímulo" es doctor en Ciencias Agropecuarias por la Universidad de Buenos Aires y director de la Sede Andina del Instituto de Investigaciones en Recursos Naturales, Agroecología y Desarrollo Rural de la Universidad Nacional de Río Negro.
A través de su trabajo, el científico alerta sobre la forma en la que estamos usando el planeta. “Se producen cereales con siembra directa y agrotóxicos, lo que da una ganancia inmediata, pero se contamina el agua, el suelo lo sufre y la gente pierde los empleos rurales de trabajo intensivo. Luego, la sociedad tiene que pagar esos costos sociales, limpiar el agua y el suelo, y atender a las personas que desde el campo pasan a ocupar los cordones urbanos; es decir, todos estamos subsidiando a esos productores que tienen una ganancia inmediata”, señala.
La solución que plantea tiene que ver con la “intensificación ecológica” que consiste en “dejar actuar a los pesticidas silvestres, como los insectos, las aves que depredan pestes, los polinizadores naturales (abejas, mariposas, escarabajos), y promover la fertilidad del suelo”.
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