Gabriela Gerosa: "Ser muy curiosa es una gran ventaja al momento de hacer investigación"
Gabriela Gerosa es rosarina y doctora en Química. En 2017, obtuvo una de las Beca de Investigación que otorgamos junto al Instituto Max Planck y la Fundación Williams para realizar una estadía doctoral y, en la actualidad, trabaja en Alemania en el equipo de Benjamin List, ganador del Premio Nobel en Química 2021.
En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, quisimos conocer un poco más acerca de Gabriela: sus orígenes en Rosario y su curiosidad por entender cómo funcionan las cosas, hasta un pantallazo acerca de la Química Sustentable, lo que tanto le apasiona en estos días. Desde el Instituto Max Planck en Mülheim an der Ruhr, conversamos con ella.
FBB: ¿Quién es Gabriela Gerosa?
Gabriela Gerosa: Soy rosarina. Me recibí de licenciada en Química Industrial de la Universidad Católica y enseguida empecé a trabajar en la empresa familiar. Trabajé 2 años ahí, pero siempre me llamó la atención todo lo relacionado a la química sustentable, la química verde. Mientras trabajaba, aplique a CONICET para realizar el doctorado en Química en la Universidad Nacional de Rosario en el grupo de Ariel Sarotti. Recibí la beca y luego en el tercer año de la carrera, me llegó un mail donde mencionaba que la Fundación Bunge y Born otorgaba becas para realizar estadías doctorales en los institutos Max Planck pero, para postularse, uno tenía que buscar un grupo que estuviera trabajando el mismo tema de investigación y, para ese entonces, yo estaba trabajando en Organocatálisis. Uno de los pioneros del área, y trabaja en Max Planck, es Benjamin List, por lo que, junto con mi jefe, le escribimos para ver la posibilidad de hacer una estadía en su laboratorio. Por suerte, dijo que sí rápidamente y ahí me postulé a la beca. Gracias a esta oportunidad, estuve seis meses de 2017 en Alemania. Fue una experiencia increíble.
Al finalizar, volví a Argentina para defender mi tesis y terminar el doctorado sabiendo que, en cuanto recibiera el diploma, volvería al laboratorio de Benjamin List para realizar un posdoctorado.
Pero la verdad es que fue todo gracias a la oportunidad inicial de la Fundación. Gracias a la beca tuve la oportunidad de que Benjamin me conociera y viera cómo trabajo.
Antes de recibir la beca, ¿Conocías el trabajo Benjamin List?
GG: Sí, claro. Yo estaba trabajando el mismo tema de investigación que él y sabía que tanto List como MacMillan eran los pioneros en la Organocatálisis.
¿Cómo fue la recepción del Premio Nobel por parte de List y todo el laboratorio?
GG: El Premio Nobel fue una gran sorpresa, no lo esperábamos. Porque, si bien el tema de investigación ya tiene más de 20 años, lo cierto es que muchas veces destacan temas mucho tiempo después. Además, List y MacMillan son bastante jóvenes en comparación con otros ganadores de los premios Nobel. Pero lo importante es que reconocieron la importancia de la Organocatalisis.
¿Que es la química sustentable?
GG: Si te pones a pensar, todo es química. Todo lo que usamos, consumimos, etc. La idea de la química sustentable o química verde, es que no genere un gran impacto negativo hacia el medio ambiente. Se la podría llamar una química más "responsable".
Antes, los catalizadores podían ser clasificados en catalizadores biológicos (enzimas) y catalizadores metálicos, siendo los últimos los más utilizados. Sin embargo, uno de los inconvenientes de su uso es la posible toxicidad, corriendo el riesgo de dejar trazas de metal en el producto preparado, como un medicamento. De este modo, uno emplea distintos métodos para removerlos, como la utilización en exceso de solventes, convirtiéndose en un proceso menos amigable con el medio ambiente.
Es por ello que en el año 2000 List y MacMillan demostraron que pequeñas moléculas orgánicas -que no contienen átomos metálicos- pueden actuar como catalizadores de un modo eficiente y selectivo en reacciones químicas. A partir de allí, la Organocatálisis creció de forma exponencial.
¿Cómo llegó Gabriela a interesarse por la química?
GG: Me gusta la química, pero, en realidad, soy muy curiosa en todo sentido. Esa es una gran ventaja al momento de hacer investigación, ya que una tiene que hacerse muchas preguntas.
Me gusta de todo: la arquitectura, la medicina, entonces siempre leo y quiero saber más. Pero cuando era chica, cuando tenía 5 o 6 años, por ejemplo, siempre le mezclaba las cremas a mi mamá en el baño, porque quería hacer algo nuevo o un producto valioso.
Creo que todo lo relacionado a lo farmacéutico siempre me llamó la atención, pero terminé eligiendo química porque vi que tenía más diversidad.
¿Cómo fue la experiencia de la Beca de Investigación Doctoral en Max Planck?
GG: Era la primera vez que viajaba a Europa, y la primera vez sola tomando un avión. No hablaba alemán y mi inglés era muy técnico, casi no me comunicaba. La verdad que fue todo hermoso. No solamente porque aprendí un poco de alemán, sino que mi inglés mejoró muchísimo. Durante la estadía tenía que presentar mi trabajo frente al grupo, de más de 30 personas, cada 15 días y explicar mi trabajo en inglés.
El equipo de trabajo era (y es) totalmente internacional: China, India, España, Italia, Colombia, y más. Una experiencia multicultural increíble.
Hacer ciencia en el primer mundo es muy distinto. Cuando uno aprende a hacer ciencia precisamente no en el primer mucho, cuando llega a lugares como Alemania, puede hacer maravillas. Se aprende muchísimo, querés usar todas las herramientas disponibles y valorás todo.
¿Cómo sigue la carrera de Gabriela?
GG: Los contratos y becas en este laboratorio son habitualmente de no más de cinco años para doctorandos y aproximadamente dos años para posdoctorado. Estos años de pandemia retrasaron un poco mis planes. Lo cierto es que sigo siendo muy curiosa y tengo ganas de seguir estudiando. Actualmente estoy interesada en realizar un MBA, para complementar mis conocimientos teóricos. Me encantaría poder volcar todo lo que sé y lo que vaya a aprender, a una empresa de química o farmacéutica.
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